El Erie High se clasifica tercero en el 31º Desafío Rover de Exploración Humana de la NASA y gana el premio a la mayor mejora
Erie High School obtuvo reconocimiento nacional en el 31º Desafío Rover de Exploración Humana de la NASA, celebrado del 10 al 12 de abril en el Centro Espacial y de Cohetes de EE.UU. en Huntsville, Ala. El equipo de alumnos de último curso quedó tercero en la división preparatoria de la categoría de vehículos teledirigidos, una novedad en la competición de este año. El Erie High School también fue galardonado con el primer puesto en la categoría de Mayor Mejora, tras aumentar su puntuación global en 16 puntos del primer al segundo día de la competición.

Los alumnos, matriculados en el último curso de diseño de la Erie High School, llevan trabajando en sus proyectos desde octubre, después de haber elegido ellos mismos los temas de sus proyectos en agosto de este año. Su preparación incluye clases de diseño asistido por ordenador (CAD), ingeniería mecánica y diseño estructural, por lo que la competición es una verdadera culminación de su educación preparatoria en ingeniería. Estos cursos avanzados forman parte de la Academia de Ingeniería y AeroespacialErie High , un programa de ingeniería de cuatro años que prepara a los estudiantes para competir en sus estudios de ingeniería postsecundarios.
La estructura de la clase refleja la de un equipo profesional de ingeniería, utilizando tableros de scrum, informes de proyectos y flujos de trabajo colaborativos. A lo largo de los últimos meses, los estudiantes han presentado documentación sobre el diseño y actualizaciones de los progresos a los ingenieros de la NASA para que los revisaran y les dieran su opinión, una parte clave del proceso de selección que les valió una de las 75 plazas de la competición internacional. Además, Erie High School fue uno de los dos únicos institutos de Colorado invitados a competir.

Los estudiantes, que competían tanto en la categoría de vehículos autónomos como en la de vehículos teledirigidos, tuvieron que diseñar y fabricar casi todos los componentes de sus vehículos, incluidas las ruedas, el chasis y los sistemas de control. Además, construyeron un espectrómetro funcional y un sensor de distancia para determinar si un líquido era agua y para medir la proximidad a objetos dentro del recorrido. El recorrido de media milla se diseñó para simular el terreno de la Luna o Marte e incluía 10 obstáculos diferentes.
Más allá de los elogios, la experiencia ofreció a los estudiantes una exposición profesional de incalculable valor. Muchos establecieron contactos significativos con ingenieros de la NASA y profesionales del sector. Con una segunda competición a sus espaldas, el equipo del Erie High ha demostrado su capacidad técnica y ha consolidado su lugar entre los mejores ingenieros jóvenes del mundo.